Pau Sánchez
Programación, tecnología y negocios

Solución al problema de las bolsas de plástico

Reducir, Reciclar, Reutilizar

Definición del problema:

He leído hoy una noticia de El País titulada “Adiós a la bolsa de plástico. ¿Llega la de almidón?”, que está relacionada con el grave problema medioambiental que existe respecto a las bolsas de plástico.

En resumidas cuentas, el problema es debido a que el uso de las bolsas de plástico está ampliamente extendido. Utilizamos miles de millones de bolsas al año (y no exagero), y resulta que el plástico es un material que tarda mucho en deteriorarse.

Ahora mismo estamos llenando el mundo de bolsas de plástico, bolsas, que hasta dentro de como mínimo 100 años, van a estar pululando por ahí, con los problemas que ello conlleva. Y dicho sea de paso, se utiliza petróleo para fabricarlas.

Por lo visto se está pensando en solucionar el problema. Las soluciones de las que yo tengo constancia, y que vienen reflejadas en el artículo, pasan por alguna o varias de las siguientes opciones:

  • cobrar por las bolsas de plástico
  • crear bolsas de almidón de patata para sustituir el plástico
  • prohibir las bolsas de plástico
  • realizar campañas de concienciación para que la gente reutilice sus bolsas
  • crear bolsas de plástico, más grandes y resistentes que puedan reutilizarse e incluso utilizarse para depositar la basura

La crítica a las soluciones actuales:

Bien, aunque la intención es buena, creo que todas las propuestas presentan sus inconvenientes, así que, lo que voy a hacer es criticarlas y comentar, lo que en mi humilde opinión, podría ser una solución al problema.

Por ejemplo, si se empieza a cobrar, digamos 15 centimos de euro por bolsa, al principio la gente se volverá reácea y no consumirá tantas bolsas, pero con el tiempo le dará igual pagarlo, porque no es un coste demasiado elevado (quien no me crea puede consultar el caso de Irlanda). Tendría que cobrarse una cantidad muy elevada para que la gente no comprara bolsas; ésto sería equivalente al caso de prohibirlas, pero tampoco creo que prohibir algo que ahora mismo es de uso masivo sea la mejor solución, puesto que las bolsas de plástico cumplen una función importante, permiten transportar las cosas de forma cómoda.

Las campañas de concienciación se vienen llevando a cabo desde hace mucho, y ¡no funcionan! Sólo hay que ver el consumo actual para darse cuenta de ello. Así que, o la gente que hace las campañas no tiene ni idea (cosa que dudo mucho), o las ventajas de utilizar bolsas de plástico supera con creces los cargos de conciencia que crean estas campañas.

Por otra parte, crear bolsas de almidón de patata como sustitución a las bolsas de petróleo presenta el problema de que haría que el precio de las patatas se disparara (como está ocurriendo ahora mismo con productos básicos como el pan y la leche).

Y por último, crear bolsas de plástico más grandes y fuertes y que puedan ser reutilizadas… bueno, las de ahora también pueden ser reutilizadas, es más, estoy seguro que ahora mismo, la mayoría de la gente tiene en su casa alguna bolsa que podría reutilizar cuando va a hacer la compra, pero no lo hace.

Estos métodos de concienciación y reutilización de bolsas no funcionan, y no lo hacen por una razón muy sencilla:

La gente busca la comodidad y el ahorro.

Digo yo que la solución deberá contemplar estos aspectos que definen el comportamiento de la mayoría de la población.

La solución:

Partamos de que la gente utiliza las bolsas para transportar cosas. La primera cosa que hay que asumir es que mientras exista la necesidad de transportar las cosas, las bolsas serán indispensables. El problema de reutilizar bolsas, es que tienes que llevar una o varias encima siempre. Yo no veo factible que la gente tenga que ir siempre cargado con dos o tres bolsas, por si va a comprar al supermercado, o a una tienda. A lo mejor pasas por al lado de una tienda y ves unos zapatos que te gustan y decides comprártelos. No tienes por qué tener una bolsa en ese momento. El hecho de suponer que siempre debes ir con una bolsa por ahí no tiene ni pies ni cabeza. Es añadir una complicación a algo que actualmente no la tiene.

Ahora la pregunta es, ¿existe alguna forma de que la gente siga utilizando las bolsas cómodamente, sin que ello perjudique sus bolsillos, ni los de las empresas?

La solución que se me ha ocurrido pasa por crear bolsas resistentes y que puedan ser reutilizables, y sería ideal si pudieran reciclarse de algún modo (¿bolsas de papel reciclado? ¿bolsas de tela? … ¿alguien da más?).

Lo que propongo se divide en los siguientes puntos:

  • el estado crea estas nuevas bolsas
  • el estado pone un precio simbólico pero significativo por unidad, y además el precio no es negociable (por ejemplo 1 euro, o incluso 2 euros)
  • el estado elimina los impuestos asociados a la compra-venta de las bolsas
  • por ley, se obliga a los establecimientos a usar estas bolsas
  • tanto los establecimientos como sus clientes pagan por la adquisición de una bolsa
  • el estado crea centros de intercambio, donde tanto clientes como establecimientos pueden: comprar bolsas (pagando el precio fijado por el estado); devolver bolsas (obteniendo de nuevo los ingresos); o cambiar las bolsas deterioradas (ya sea por bolsas nuevas o por dinero)
  • el estado se encarga de asegurar el suministro de bolsas así como el reciclaje y renovación de las bolsas deterioradas
  • por ley, se obliga además a que cualquier establecimiento actúe como pequeño centro de intercambio para los clientes

Dadas las similitudes que tiene este método con el funcionamiento del dinero, llamémosle, por simplificar, las bolsas moneda (realmente las bolsas vienen a ser como un préstamo sin intereses).

Igual parece mucho follón de reglas, todas tienen su razonamiento. En cualquier caso, sin entrar en detalles, las reglas de uso cotidiano son supersencillas.

Bueno, para el que se pierda en los puntos anteriores y no crea que son sencillas, a continuación va un ejemplo del uso cotidiano de la bolsa moneda.

Para el ejemplo, vamos a suponer que el estado ya ha fabricado las bolsas moneda, y ha hecho las leyes indicadas anteriormente. Se ha prohibido el uso de la bolsa de plástico corriente; el precio de la bolsa moneda es de 1 euro la unidad; está exento de IVA en las transacciones; los centros de intercambio han sido creados (digamos que de 5 a 10 puntos de intercambio en cada una de las provincias).

Ejemplo: Punto de vista del cliente

Voy al supermercado a comprar, y resulta que no tengo bolsas. ¡¡No pasa nada!! si me hacen falta siete bolsas, pues pago los siete euros y problema resuelto. Me voy a casa y ordeno la compra en la despensa y el frigorífico.

Después de descansar un ratito, nuevamente salgo de casa y me voy a comprarme ropa, porque resulta que me hace falta comprarme unos pantalones. Llego a la tienda, y resulta que acabo comprando dos camisetas chulísimas a parte de los pantalones que me hacían falta. Me preguntan si llevo bolsa o quiero alguna, y…Ups!! me he dejado las bolsas en casa!. Bueno, tranquilidad, ¡¡no pasa nada!! Como necesito dos bolsas (una para las dos camisetas, y otra para los pantalones), pues las pago y me vuelvo para casa.

Recuento: Hasta ahora, he necesitado 9 bolsas (7 del super y 2 de la tienda de ropa) y me he gastado 9 euros en bolsas.

Vale, imaginemos que vuelvo a casa con la ropa y decido ir de nuevo al super, porque mi novia me advierte que se me ha olvidado comprar leche y detergente. Así que voy de nuevo al super y compro cinco bricks de leche y el detergente.

A la hora de pagar e irme para casa, nuevamente tengo que comprar otra bolsa, pues se me han olvidado las demás en casa, y para la leche voy más cómodo si meto los cinco briks en una bolsa. Para el detergente, como resulta tiene un asa más cómoda, pues paso de usar la bolsa.

Total, que tengo que pagar una bolsa más (otro euro).

Conforme voy llegando a casa, noto como la bolsa va cediendo, cediendo, cediendo… y cuando estoy a punto apunto de llegar, oigo un BOOOM! la bolsa se ha roto, la culpa es mía, la he sobrecargado. No pasa nada los bricks están bien, aunque de la bolsa no puedo decir lo mismo.

Recuento: Hasta este punto me he gastado 10 euros en 10 bolsas de plástico, y una de ellas está rota.

Resulta que a los 3 días vuelvo a ir al supermercado, que por cierto, está a la vuelta de la esquina, pero esta vez si que me acuerdo de coger las bolsas, así que conforme entro por la puerta, se las doy a una chica muy maja que está de cajera. Amablemente deposita las bolsas en una caja, apartando a otra caja la bolsa rota, y con una sonrisa me devuelve mis 10 euros. Yo por supuesto, también sonrio, pues he recuperado mis 10 euros. Recuento: He recuperado mis 10 euros y ya no tengo ninguna bolsa.

Ejemplo: Punto de vista de los establecimientos

Por simplificar, asumiremos el caso de un único cliente y seguiremos el ejemplo anterior. Veamos que pasa en ambos comercios: Supermercado y Tienda de Ropa Supermercado:

Inicialmente pagan 3.000 euros y adquieren 3.000 bolsas.

El primer día llega un cliente que se lleva siete bolsas, abona 7 euros por ellas. Horas más tarde vuelve ese mismo cliente y se lleva otra bolsa, por lo que abona otro euro.

Recuento: el supermercado tiene ahora 2992 bolsas y 8 euros en concepto de bolsas (si en este momento el super devolviera las bolsas a un punto de intercambio, recuperaría 2992 euros, por lo que volvería a recuperar la inversión inicial de 3000 euros).

Tres días más tarde llega de nuevo el cliente, esta vez devuelve al entrar al establecimiento, las 10 bolsas. Una de las bolsas del cliente está rota, sin embargo puede ser devuelta sin problemas pues posteriormente se podrá cambiar por otra nueva en un punto de intercambio. Así que el supermercado abona 10 euros al cliente.

Recuento: el supermercado tiene ahora 3002 bolsas y -2 euros en concepto de bolsas (si en este momento el super devolviera las bolsas a un punto de intercambio, recuperaría 3002 euros, por lo que con el déficit de -2 euros volvería a recuperar la inversión inicial de 3000 euros).

Tienda de Ropa:

Inicialmente pagan 120 euros y adquieren 120 bolsas.

El primer día llega un cliente que se lleva dos bolsas.

Recuento: la tienda de ropa tiene ahora 118 bolsas y +2 euros en concepto de bolsas (si en este momento fuera a un punto de intercambio obtendría 118 euros por las 118 bolsas, que sumadas a los dos euros que tiene, significa que recuperaría la inversión inicial, de 120 euros).

Conclusión:

Como veis, de cara al cliente representa una inversión, pues se trata de pagar un importe que más tarde se le abonará, cuando devuelva las bolsas.

En el caso de las empresas supone un ahorro con respecto al gasto actual, puesto que ahora están continuamente gastando dinero para comprar bolsas con el objetivo de tener siempre un stock de bolsas disponibles. Con este método se trata de realizar un desembolso en concepto de inversión sin intereses, lo cual, no es un gasto como tal. Además, recordemos, está exento de IVA y otros impuestos.

Este método cumple con la ley de las tres erres (Reducir, Reciclar y Reutilizar). Se reduce el consumo de bolsas mediante la reutilización de las mismas, en un mercado donde éstas están en continuo movimiento. Y se recicla, pues una vez una bolsa está deteriorada, el estado se encargaría de reciclarla para crear nuevas bolsas, u otros materiales.

Conclusión de la conclusión:

No se si el planteamiento es nuevo o no, y es seguro que este planteamiento presenta problemas que he pasado por alto, simplemente he querido exponer aquí la idea con el fin de someterla a vuestro juicio y aportar así un granito de arena dentro del debate.

¡Espero vuestros comentarios y vuestras críticas!

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